Project Description
Carlota es una cerda ibérica que llegó hace cinco años a Santuario Compasión Animal. Cuando era un bebé, un ganadero de Córdoba se la regaló a un matrimonio que celebraba sus bodas de plata para que la criasen y se la comieran. Es una práctica común en ciertas zonas del país. Su destino era engordar y acabar en el plato. Pero a veces la compasión surge cuando menos se lo espera uno, y contra todo pronóstico, Carlota conquistó el corazón de ese señor, y así tuvo la oportunidad que ningún otro cerdo que nace en una granja llega a tener.
Es injusto que sólo uno entre millones escape del matadero y llegue a un Santuario. Carlota es una entre millones, y crecerá viendo ponerse el sol todos los días. Sin duda alguna, tras conocer la historia de Carlota, no nos queda más remedio que afirmar que la compasión nos conecta y nos une.