La pequeña Cova nació en una granja. Nació muy enferma, sus débiles patitas no la sostenían en pie y la fiebre no daba esperanzas de vida para ella. Fue separada de su madre y de sus hermanos. Ella era un deshecho, un producto en mal estado que no era rentable para el ganadero. Su cuerpo enfermo no tenía valor.
Por suerte para ella, personas compasivas se cruzaron con ella y con Francis, otro cerdito deshechado por la industria, y les dieron una oportunidad para vivir.
Cova llegó al Santuario Compasión Animal con una fuerte neumonía y una artritis séptica, que logró superar gracias a sus grandes ganas de vivir.
Hoy por hoy, Cova sigue creciendo, disfrutando de su niñez, experimentando y viviendo nuevas aventuras en nuestro refugio.
Apadrina a Cova
[contact-form-7 404 "Not Found"]