Carmela, una cabra rescatada

Carmela nació en el campo y allí quedó sola, abandonada por el rebaño al que su madre tuvo que seguir.Se dio el aviso y horas más tarde llegaba al Santuario Compasión Animal. Aún traía el cordón umbilical, el último vínculo que le unía a una madre que jamás volverá a ver.

Ella es una huérfana, y el mundo que descubra a partir de ahora será un mundo diferente. Lejos del peligro, pero lejos del calor de su madre.La cara y la cruz de la moneda. Los bebés de cualquier especie son seres sumamente curiosos, inocentes y asustadizos. Carmela reúne todas esas cualidades, pero también es afectuosa, sensible y llena de vitalidad. Ella es alguien a quien merece la pena conocer.

Los bebés que debieran descubrir un mundo fascinante, asisten a la cruel realidad que se llama explotación animal. Una realidad que transcurre en el interior de granjas y mataderos.

En esta industria los machos son desechados antes de los 4 meses y enviados al matadero. A las hembras las mantienen con vida mientras puedan traer bebés al mundo. Así las hijas pronto se convierten en madres y asisten a la trágica separación de sus bebés una y otra vez. Y de nuevo si el bebé es macho irá al matadero, y si es hembra correrá el destino de su madre.

Es algo terrible y triste, pero es aún más grave cuando somos conscientes que esa hembra seguirá trayendo bebés al mundo, y siempre se los arrebatarán, hasta que envejezca y termine su vida en el matadero.Por suerte Carmela jamás conocerá esa realidad. Para ella el destino ha deparado esta Otra realidad. Una realidad basada en el respeto y la compasión. Aquí cada vida es valiosa en sí misma. No importa la especie. Sólo importa que nos tenemos los unos a los otros, corazones entre corazones, y que seguiremos luchando por salvar más vidas como la de Carmela.

Carmela ha dejado de ser un bebé y es una cabra joven y audaz, muy curiosa y traviesa.

Apadrina a Carmela

[contact-form-7 404 "Not Found"]